De
ingeniero a sacerdote
SE. Monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de la
arquidiócesis de Managua, confeso a VOZ CATÓLICA que vivió un largo proceso
de búsqueda y encuentro con Dios para convertirse en sacerdote.
Georgina
Hidalgo

“Hubo
mucha resistencia personal para aceptar este camino de servicio a la Iglesia,
el dejar a mi novia, a la cual quería mucho, mi carrera, mi familia, además de
abandonar Nicaragua”. Fueron realidades que tenían un gran valor para la vida
de monseñor los cuales tuvo que dejar para seguir el llamado de Dios.
Monseñor
presenta una espiritualidad marcada por Dios a través de la oración, siendo un
fiel servidor de Jesucristo, quien lo orienta, ánima y le da sentido a su vida,
todo lo que hace es en función de Cristo y de su Iglesia, Dios define su vida
de obispo y de ser humano.
TRAYECTORIA SACERDOTAL
Durante
el tiempo que monseñor estuvo fuera del país ejerció una serie de cargos que lo
ayudaron a crecer más espiritualmente, fue formador de los estudiantes de
teología y filosofía en Guatemala. Asimismo fue Vicario Provincial de la Orden
de los Carmelitas en Centroamérica. En Roma, se destacó como rector del Colegio
Internacional de los Carmelitas por cuatro años, además colaboro como profesor
ordinario de Sagradas Escritura en la Facultad de Teología de los Carmelitas en
Roma (TERESIANUM).
Antes
de ser nombrado obispo auxiliar de la arquidiócesis de Managua ejercía la
función de vicerrector de la Facultad de Teología de los padres Carmelitas en
Roma. Actualmente es el secretario general de la Conferencia Episcopal de
Nicaragua (CEN) y rector de la Universidad Inmaculada Concepción de María
(UCICAM).
El
haber dejado la congregación de los Carmelitas le dio mucha tristeza e
indignidad por abandonar un ministerio que tiene un gran valor para él, pero volver a
Nicaragua después de casi treinta años,
lo lleno de una profunda alegría saber que podría servir a su país, y acompañar
a su pueblo en los momentos difíciles.
El
alto jerarca hace un llamado a la población de Nicaragua “A no perder las
esperanzas de vivir en una sociedad mejor, un cristiano no puede conformarse
con un mundo en donde exista la maldad, la mentira, la soberbia, el odio, nunca
se deben olvidar que Dios siempre estará con nosotros”. Sin duda alguna
monseñor Báez ha sido una persona, que ha aportado mucho a la sociedad
nicaragüense, es un obispo en comunión total con su pueblo.
EL SACERDOCIO: DON DE DIOS
Para
monseñor Silvio el sacerdocio es un don que Dios le ha dado por medio de un
llamado, el cual esta hecho en función de un servicio a la santa Iglesia
católica, servicio en el cual es necesario “superar la tendencia de vivir para
uno mismo y no para los demás, dejar el egoísmo de un lado, quitarnos de la
mente la idea de hacer nada más que nuestra voluntad y sobre todo tenemos que
hacer una entrega total al pueblo de Dios, velando por la ovejas encomendadas,
pero siempre con la fe en Dios hasta lo
más difícil se puede alcanzar”.
Expresa
que hay dos consejos muy importantes que deben tener presente los sacerdotes
jóvenes: “Tienen que vivir su ministerio como personas apasionadas por
Jesucristo y el Evangelio, además que
busquen ayuda en los sacerdotes mayores los cuales tienen más
experiencias de vivir consagradamente”.
A
la misma vez lamenta mucho los casos de sacerdotes que han manchado la imagen
de la Iglesia con actos inmorales. “Da dolor por las victimas que en muchos
casos se ven afectadas psicológicamente, da dolor por las familias de la
victimas, de igual manera es lamentable que las vocaciones de estos sacerdotes
se vean manchadas y truncadas”.
“Es
una realidad - continua - que representa un peligro para la Iglesia, cada caso
es distinto no se puede juzgar, cada uno tiene su propia historia. Son caídas
que lamentablemente están presente en algunos sacerdotes, que por motivos de
debilidad se desencantan de el don de Dios que les dio”.
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