martes, 18 de diciembre de 2012

Entrevista



Mons. Sócrates René Sándigo: “El testimonio es el camino más seguro para transmitir la fe”

El Alto Prelado valoró la importancia de vivir el Evangelio para tener un encuentro profundo con Cristo.

Reynaldo Méndez
Mons. Sàndigo (Obispo diocesis de Chontales)


La propuesta para que los alejados de  Dios y de la Iglesia alcancen la conversión es “volver a Cristo y partir de nuevo desde Cristo”, mediante el testimonio de la fe, sintetizó en entrevista a VOZ CATÓLICA, Su Excelencia Reverendísima, Mons. Sócrates René Sándigo, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, tras su participación en  la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana, en el Vaticano, donde representó a los Obispo de Nicaragua, entre el 07 y 28 de octubre de 2012.

“Esa es la mayor fuerza que el Evangelio tiene cuando el que la transmite, la transmite desde su experiencia, desde su gozo, desde su interior, desde su vida y por ello (en el Sínodo), se hizo un llamado para que se viva otra vez esa experiencia testimonial de Cristo más aún cuando no vamos a esconder que en la Iglesia ha habido sus crisis”, expresó.

Dijo que tras el Sínodo, los Obispos salieron con la inquietud de que la Iglesia tiene que enfatizar el aspecto pragmático de la catequesis para que el mundo asuma el compromiso de la fe con convicción “ya que en efecto la catequesis en alguna partes y en algunos momentos se ha concentrado solo en el aspecto conceptual”, es decir en la transmisión de la doctrina cristiana, pero no “en un compromiso de la persona que ha hecho catequesis”, catequesis que debe ser permanente, según sus palabras.

“Esto es importante tenerlo en cuenta-enfatizó- y creo que poco a poco va ir la catequesis asumiendo ese compromiso de que la persona catequizada, la persona, asumiendo los conceptos, también asumirá un compromiso” de testimoniar con su vida a Cristo.


TODO SER HUMANO TIENE DERECHO A CONOCER A CRISTO

El también Obispo de la diócesis de Juigalpa expresó que en su mensaje sinodal la Iglesia asume con optimismo, realismo y como un reto el mundo golpeado por las crisis económicas, de fe, institucional, especialmente la familia, entre otros.

“En el mensaje lo vemos así (…), no hay temor, no hay desilusión, desánimo, por el contrario, consideramos que Dios ahora con su Espíritu está inspirando a la Iglesia para que emprenda esa tarea evangelizadora (…) porque como dice el documento todo ser humano tiene derecho a conocer a Cristo, así como nosotros lo hemos conocido, hemos visto la Gloria, hemos encontrado felicidad en Él, hemos encontrado el sentido de la vida y otros también tienen ese derecho”, reveló.

PARROQUIA, ESCUELA Y FAMILIA

Mons. Sándigo aseveró que durante el Sínodo valoró estas tres instituciones “como medios de transmisión de la fe”, triángulo que se debe fortalecer “para que se garantice que el don gratuito de la fe sea asumido por muchos.”

Dijo que el Sínodo valoró de manera positiva el fortalecimiento de la participación de los laicos en la Iglesia, lo que ha ayudado a que estos “se sientan sujetos (activos)”, dentro de la Iglesia, reduciéndose la idea de que la Iglesia sea solo para los clérigos.
“En  este sentido-afirmó- se reconoció se aplaudió la participación de la mujer (…), y que la Iglesia no podría ser sin las mujeres. Consideramos que estamos siendo fieles al papel que Cristo quiso de la mujer en su obra salvadora, o sea un papel muy importante: Por una mujer (la Virgen María), llegó al mundo la presencia de Jesucristo, el equipo del Señor estaba compuesto por mujeres que colaboraron muchísimo en esa tarea evangelizadora.”

Los Obispo reconocieron también que el hombre tiene ahora más participación en la Iglesia con relación a tiempos anteriores, aminorando el prejuicio machista de que la Iglesia es para la mujer y el trabajo para el hombre. “Yo creo que  esto dio pie para decir, es necesario la motivación en unos y otros (…) y el hombre se está dando cuenta de que también  la Iglesia es de Él, que son  miembros y que tienen que estar también junto con sus esposas en este trabajo activo de la nueva evangelización.”

Dijo que los jóvenes, positivamente, también se han convertido en protagonistas y sujetos activos de la evangelización. “Y de eso somos testigos los Obispos de América Latina (…) En el Sínodo se reconoció esa presencia activa de los jóvenes, lo cual nos da una esperanza de que esa transmisión de la fe va a estar garantizada por ese interés de los jóvenes (…) Siento tranquilidad cuando veo que el joven está de Dios y está sediento, también, de aportar algo a la Nueva Evangelización.”

Reconoció que si bien en África, Asia y América Latina la visión respecto a la cercanía de los jóvenes a la Iglesia es más optimista, Europa vive momentos de crisis. No obstante, reflexionó que al tocar fondo el joven es capaz de recapacitar y enmendar sus errores. “Ellos, tal vez, en medio de la superficialidad, (a la) que el mundo los ha llevado, tienen un profundo deseo de los trascendente de Dios y no es difícil cuando se llega a Él, pues, encender esa llamita de la fe que está presente en potencia”, dijo.

Mons. Sándigo describió la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, en un ambiente de comunión, oración y ecumenismo, al contar también como auditorio, con la presencia  de  cristianos no católicos, el Obispo de Canterbury, Primado de la Iglesia de Inglaterra y líder espiritual de la comunión anglicana, Bartolomé I, Patriarca Ecuménico Bartolomé I, representante máximo de la Iglesia ortodoxa.

Los Obipos del mundo unificaron en total 57 propuestas de los temas del Sínodo, de modo que si el Papa Benedicto XVI lo determina, en uno a dos años publicaría un documento sobre la Nueva Evangelización.

De acuerdo con el Prelado, la misión de la Iglesia es una  en tres formas: la misión ordinaria, la misión ad gentes, y la misión hacia quienes se han alejado de la Iglesia que se llama Nueva Evangelización. La palabra sínodo significa “caminar juntos”. Los sínodos surgen después del Concilio Vaticano II cuando el papa Pablo VI determinó hacer reuniones de Obispos, representantes de las Conferencias Episcopales del mundo, para tratar temas puntuales sobre la amplia temática que heredó como bendición el Concilio Vaticano II. Precisamente, la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización, que presidió el Santo Padre Benedicto XVI, se realizó con motivo del 50 aniversario del Concilio Vaticano II, que la Iglesia  celebrará el próximo año.

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